Paso las horas en letras pasadas
buscando palabrejas sin duda en su fonética
y menos en destreza de su esencia.
Prestas les llegaban y las legaban,
pluma ligera y espada certera,
si se terciaba la vida jugaban.
Dos pasos antes de todo su ingenio
al poder, dueño de vidas y haciendas, retaban
y siendo amo de la justicia el rey
la dejaba en mano de rastreros consejeros
que buscando pernada, condenaban
al hambre a los de palabra dorada.
Busco palabras de amor y encuentro desazón
helando el corazón con el frío de su adiós
MASL