El frío
cala mis huesos
con recuerdos,
por ellos van andando
mis pensares: fui y aún soy
lo que de ellos perdura.
Me arropo con las faldillas de la camilla
aguardando la palabra adecuada
para contártelos.
Pinos y encinas,
jaras y helechos,
granitos y arenas de río,
frías nieves y largas lluvias,
montañas y páramos…
Un relámpago y
su correspondiente trueno,
todo queda a oscuras
menos los sueños
brillando en la lejanía.
Ella me dijo un día:
el fondo de tu mirada
tiene el poso de la certeza
y la melancolía de la tristeza
galantea tus palabras.
En la ribera de los juncos
siempre había en que pensar
incluso en que no pensar:
Si bellos son los pinos
más hermosas se ven las encinas.
Más hermosas… que hermosa…
aquí se me acaban las palabras
y empiezan los silencios
que guardan los desgarros
en los adentros del miedo.
MASL
25/12/2017
20:46 h
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