martes, 3 de diciembre de 2019

Ecos del calderino

Si dándole la vuelta a decir te amo
te queda en un te quiero,
no has de dudar,
cógelo ya
y vuela por sus sueños
sin volver a mirar hacía atrás
agarra la realidad sin más,
con palabras  marraste,
prueba la vida,
cruda y sin sal,
en dosis del estar
sin que noten la razón de tu ser
más allá del circulo de tus besos.

***

Tú sinfonía
.
Quizás por pesar
termines por creerte
minúscula estrella
entre las olas
coronadas de espumas,
Muertas sus caídas
feroces sus despertares
y tu latiendo
versos sin concierto:
Solitarios
circunloquios sin rima
ni melodía...
en que navegar...

***

Paseaba por las luces,
cada reflejo en su espejo,
cada beso se hacia exceso,
en el campo de las cruces.
Andaba el seso de bruces
buscando los sosiegos de un receso
por los campos celestes sin acceso
a la idiotez de cartel
que me ronda sin cuartel...
.
y me encontré una palabra grabada
en la pared de la esquina sin red
susurrándome como deshacer
el entuerto del insomnio sin reto...

***

Siempre el otoño
marcando con sus hojas
las horas destempladas que recuerdas
secas, crujiendo
al ritmo de las llamas 
de la lumbre que danza entre las nieblas
sones perdidos
en sendas recorridas
los días en que el sol alimentaba
de luz los versos 
escritos en las dunas
de los mares del sur de las estancias 
secretas de mi pensamiento disperso.

***

Siempre fueron dos palabras
brotando de adentro sin ser llamadas,
siempre alguno las quiso maltratadas
mas ahí siguen, por tener palabra,
esquivando toda traba.
Desgastadas por usadas,
vivas por ser anheladas
incluso por los que reniegan de ellas;
infinitas lágrimas de doncellas,
infinitos versos por su demanda.
.
Blanco y negro de la vida
tintando de grises el horizonte
donde dejamos el alma...

***

Esta décima regía,
que debiera ser susurro supremo,
quedó en simple borrador sin esmero
cuando pretendía ser alegría 
de la época de la magia. 
Sus silabas tan dispersas
sin norma que tenga presas
verdad y libertad de la sustancia
del conocimiento que la distancia
de las nimiedades que nos condesan.
.
Cantaba la maravilla
de los días muertos por ser pasado
sin ver que había a su vera.

***

Golpeaba con saña en el cristal
la lluvia racheada por el viento
componiendo sonidos de un momento
que se quedan en la mente vital

recorriendo su hemisferio virtual
con susurros que tienen el efecto 
de comunicar neuronas de experto
con latidos del corazón sin tal.

Tan cierto es lo sentido como el texto
que siguió asentando aquello en citas
describiendo ocurrencias del espectro

que, dicen, se oculta cuando la ciencia
de un libro te libera de sus cuitas.

***

Noviembre/diciembre 2019
MASL



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