miércoles, 15 de noviembre de 2017

La locura...

Por la orilla del río caminaba,
escuchando el susurro de las aguas, 
la locura debajo de un paraguas;
y contaba las gotas que lloraba

el almez cuando nadie la miraba.
Se personó la noche tras las ascuas, 
dejaron en las bodegas las uvas
y danzando fueron donde moraba

el dueño de las cepas que podaban,
para cobrar el jornal de sus gulas
y el vino  tinto que les reclamaban

los sueños que al alba no llegaban.
Como no encontraron  reloj con hora.
aguardaron el vuelo de las grullas.

MASL

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